El tiempo que yo perdí cuando me puse a querer, si hubiera sembrado caña ya estaría de moler. Dicen que la mazamorra se enreda por los vallaos, tus ojitos y los mios cómo están de enredados. Tan alta que está la luna y un lucero la acompaña, que triste se pone un hombre cuando una mujer lo engaña. Empréstame tu candela para prender mi tabaco, que las lágrimas que lloro me lo apagan a cada rato.